Botella sostenible

10 formas de ser más sostenible en tu día a día

Como seres humanos que somos, valoramos más las grandes acciones sin darnos cuenta que son formadas por muchas pequeñas. Cuando queremos empezar a ser sostenibles ocurre lo mismo, creemos que lo que marca un mundo limpio son las acciones mayúsculas, sin percatarnos de que lo que marca la diferencia son los gestos pequeños del día a día.

Por ello, te queremos hablar de 10 acciones para ser sostenible en tu día a día:

Utiliza el transporte público o la bicicleta:

Un coche produce 3,5 veces más gases de efecto invernadero que el transporte público. ¡Propóntelo y ahorra tiempo y dinero!

Lleva tus propias bolsas biodegradables a la compra:

Una sola persona puede llegar a gastar entre 600 y 800 bolsas plásticas al año, lo que no solo implica un daño irreparable para el medio ambiente sino la muerte de cientos de especies del mar.

Crea un armario cápsula:

El armario cápsula se crea con un número reducido de prendas, de colores neutros y combinables entre sí para poder tener un armario completo de manera consciente y sostenible. De esta manera, evitarás las compras compulsivas y apoyar la innecesaria producción masiva en el sector textil.

No desperdicies comida:

No tires comida y aprovéchala para hacer nuevos platos. ¡Como nuestras abuelas! ¿Qué abuela no hacía croquetas con las sobras del día anterior? ¡Y de paso también hacía un potaje!

¡Di adiós a las botellas de plástico!:

Cámbiate al agua filtrada y deja atrás todas esas botellas de plástico innecesarias. Aparte de ahorrarte mucho dinero, serás más responsable con el medioambiente.

Ahorra agua:

¿Cuántos de nosotros hemos dejado el grifo abierto mientras nos enjabonamos? Aprovecha estos minutos para cortar el agua y ahorrar muchos litros al año. De verdad, cada litro cuenta.

Aprovecha el calor residual cuando cocinas:

Tapa la cacerola o apaga el fuego un rato antes para aprovechar ese calor residual en tu cocción. Además de ser responsable con el medioambiente, ahorras en tu factura de la luz. ¡Una acción sencilla y positiva para todos!

Compra productos no testados en animales:

La cosmética natural ayuda a reducir nuestra huella de carbono. Para asegurarte de ello, comprueba que tenga alguno de los sellos más conocidos a nivel internacional como: el de las organizaciones PETA (Personas por el Trato Ético de los Animales), CCF (Choose Cruelty Free) y Leaping Bunny.

Come menos carne:

La carne y los productos lácteos representan el 14.5% de las emisiones de gases de efecto invernadero del mundo, lo mismo que todos los automóviles, vehículos pesados, aviones y barcos combinados. Por ejemplo, la huella de carbono de una sola hamburguesa estaría entre los 750 y los 3.000 gramos de CO2.

Cámbiate a las energías renovables:

Reducir el consumo de combustibles fósiles va a reducir muchos años de huella energética. Algunas energías renovables son además limpias, por lo que sólo causan una huella energética en el momento de su producción. Hay varias: la energía solar, la energía eólica, la energía mareomotriz.

Si te interesa saber cómo empezar a utilizar la energía solar en tu hogar, te invitamos a leer este artículo: Energía solar: todo lo que debes saber para empezar a generar tu propia electricidad

Y si además quieres saber de qué subvenciones te puedes aprovechar al instalar tus placas solares puedes leer esta entrada: Ayudas a la energía solar: Lo que debes saber para beneficiarte de las subvenciones públicas

Como puedes ver, cada gesto cuenta. Si todos pusiéramos en práctica 1 o varios de los puntos anteriores, marcaría una gran diferencia.

Por:

Laura Petit Barros

Graduada en Comercio y Marketing
por la Universidad Atlántico Medio

Ir arriba